jueves, 29 de mayo de 2014

La escasez de oxígeno en el Mar Báltico es 10 veces peor que hace un siglo

El Mar Báltico está sufriendo una creciente falta de oxígeno. Su escasez en el lecho marino está matando animales y vegetales. Los expertos que han estudiado este problema están haciendo un llamamiento para emprender acciones urgentes que eviten el progreso de esta catástrofe ecológica.

Después de varios años de discusiones sobre las posibles causas del desastre, un grupo de investigadores de las universidades de Aarhus en Dinamarca, Lund en Suecia, y Estocolmo en Suecia, ha determinado que el exceso de nutrientes provenientes de tierra firme es la principal causa de que extensas zonas del Báltico se hayan vaciado de oxígeno.

Las zonas más profundas del Mar Báltico siempre han tenido un bajo contenido de oxígeno. En este mar, hay una capa de agua relativamente dulce por encima del agua más densa y más salada de la capa profunda. Esto resulta en una estratificación eficaz de la columna de agua, lo que impide la mezcla de las masas de agua necesaria para transferir oxígeno al agua en la parte inferior.

Durante el último siglo, las áreas de reducción de oxígeno han aumentado drásticamente desde aproximadamente 5.000 kilómetros cuadrados en torno al año 1900, hasta nuestros días, en que abarcan 60.000 kilómetros cuadrados, una extensión mayor que la ocupada por la superficie total de Dinamarca.


El equipo de Jacob Carstensen, profesor en el Departamento de Biociencias de la Universidad de Aarhus, analizó datos de la temperatura del agua, el contenido de oxígeno y la salinidad, que se remontan hasta hace 115 años. Basándose en estos análisis, los autores del estudio han podido determinar que el notable exceso de nutrientes provenientes de tierra firme son la principal causa del agotamiento generalizado del oxígeno.

Cuando el contenido de oxígeno en el agua del fondo alcanza un valor demasiado bajo, los únicos supervivientes son en última instancia las bacterias que viven en el lecho marino. Ahí las colonias de bacterias forman una especie de mortaja amarillenta. (Foto: Peter Bondo Christensen)


Durante los últimos veinte años, el cambio climático también ha ejercido un papel negativo en esta mala situación del oxígeno. Condiciones ambientales más cálidas reducen la solubilidad del oxígeno de la atmósfera y aumentan el consumo de oxígeno debido a que los procesos de respiración biológicos se elevan.

El agotamiento del oxígeno en el lecho marino tiene un impacto negativo en todo el ecosistema. Esto es en parte debido a que el lecho marino se convierte en un "desierto" habitado sólo por bacterias que pueden sobrevivir sin oxígeno o con muy poca cantidad de éste.

Estudios recientes demuestran que se necesitan décadas antes de que la fauna bentónica repueble un fondo marino muerto, una vez que el nivel de oxígeno ha vuelto a alcanzar valores aptos para la permanencia de dicha fauna.

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