miércoles, 30 de enero de 2013

Agujeros negros, branas negras y pliegues negros

Los agujeros negros están rodeados de muchos misterios, pero ahora los autores de un estudio reciente están impulsando una nueva y revolucionaria teoría que podría explicar algunas de sus singulares propiedades.

A juzgar por las conclusiones a las que han llegado los especialistas del Instituto Niels Bohr en Dinamarca y de otras instituciones, los agujeros negros tienen propiedades que se asemejan a las de la dinámica de sólidos y las de la dinámica de fluidos.

Los agujeros negros son objetos extremadamente compactos en el universo. Son tan compactos que generan una fuerza gravitatoria fortísima, y todo lo que se acerca demasiado a ellos lo absorben. Ni siquiera la luz puede escapar. Cuando ésta alcanza a un agujero negro es absorbida por completo, sin reflejarse. Como resultado de ello, el objeto no se puede ver directamente (no emite luz) y por eso se le llama agujero negro.

En física teórica pueden existir diferentes planos que se comportan como los agujeros negros y que son llamados branas negras. Cuando éstas se pliegan en múltiples dimensiones forman un "pliegue negro".

Según se deduce de lo investigado hasta ahora, un pliegue negro tiene una relación con la gravedad, la mecánica de fluidos y la física del estado sólido.

Los investigadores saben que los agujeros negros son muy compactos, pero ignoran cuáles son sus propiedades cuánticas.

El equipo de Niels Obers, profesor de física teórica de partículas y cosmología en el Instituto Niels Bohr de la Universidad de Copenhague, trabaja con modelos teóricos para entender mejor los enrevesados entresijos de la física de los agujeros negros. Obers explica que se puede concebir un agujero negro como una partícula. Ésta, en principio, no tiene ninguna dimensión. Es un punto, en el sentido más extremo. Si una partícula adquiere una dimensión, se convierte en una cuerda. Si ésta adquiere una dimensión adicional, se convierte en un plano. Los físicos llaman a este plano una brana.




En física teórica pueden existir diferentes planos que se comportan como agujeros negros, y que se denominan branas negras. Cuando éstas se pliegan en múltiples dimensiones forman un pliegue negro que, según la nueva investigación, tiene relación con la gravedad, la mecánica de fluidos y la física del estado sólido. (Imagen: Recreación artística por Merete Rasmussen)

Según la teoría de las cuerdas, pueden existir diferentes clases de branas, incluyendo planos que se comportan como los agujeros negros, llamados branas negras. Desde la perspectiva de la física, las branas negras tienen temperatura y son objetos dinámicos; además, al plegarse en múltiples dimensiones, forman un pliegue negro.

Niels Obers, Jay Armas y Jakob Gath ahora han hecho un nuevo avance en la descripción de la física de los agujeros negros, basándose en las teorías de las branas negras y los pliegues negros.

Las branas negras son objetos hidrodinámicos, es decir, tienen las propiedades de un líquido. Ahora se ha descubierto que las branas negras también tienen propiedades que pueden ser explicadas en términos de propiedades típicas de los sólidos. Pueden comportarse como un material elástico cuando son dobladas.

Cuando las branas negras se doblan y pliegan en un pliegue negro, se crea un efecto piezoeléctrico (electricidad que se produce debido a la presión). Este nuevo efecto puede entenderse como una cuerda negra ligeramente doblada y provista con una mayor concentración de carga eléctrica en el lado interior con respecto al exterior. Esto produce dos polos cargados eléctricamente en las cuerdas negras. Los agujeros negros fueron predichos por la teoría de la gravedad de Einstein. Esto ilustra que hay una relación sorprendente entre la gravedad, la mecánica de fluidos y la física del estado sólido.

lunes, 28 de enero de 2013

Más indicios de que un cráter marciano albergó un lago

La sonda espacial MRO (Mars Reconnaissance Orbiter), que está en órbita al Planeta Rojo desde 2006, ha permitido obtener nuevos indicios de la antigua existencia de agua líquida en la superficie de Marte.

Los nuevos indicios los ha obtenido el equipo de Joseph Michalski, del Instituto de Ciencia Planetaria en Tucson, Arizona. Michalski y sus colaboradores han hecho un análisis de datos espectrométricos reunidos por la MRO. Esta sonda de la NASA hizo observaciones cruciales del fondo del cráter McLaughlin. Dicho cráter mide 92 kilómetros (57 millas) de diámetro y alcanza 2,2 kilómetros (1,4 millas) de profundidad.

Todo apunta a que el cráter albergó un lago, alimentado por aguas subterráneas.


En el fondo del cráter hay rocas que contienen minerales de carbonato y de arcilla que se forman en presencia de agua. El cráter McLaughlin carece de cauces fluviales grandes que pudieran haber servido para conducir agua a su interior. Sí hay pequeños canales que nacen en el borde de la pared del cráter, pero terminan cerca del nivel que pudo haber marcado la superficie del lago.
En su conjunto, éstas y otras características sugieren que los citados minerales de carbonato y de arcilla se formaron en un lago cuyo lecho era el cráter (que constituía una cuenca cerrada) y que estaba alimentado por aguas subterráneas.

Ese lago, y el medio acuático subterráneo del que se abastecía de agua, pudieron ser sitios aptos para albergar formas de vida.

El cráter McLaughlin está situado en el extremo bajo de un terreno con pendiente, el cual mide varios cientos de kilómetros de longitud y se halla en el lado oeste de la región marciana conocida como Arabia Terra. Al igual que en la Tierra, las ubicaciones marcianas más probables para lagos alimentados por aguas subterráneas son las que tienen poca elevación con respecto al terreno circundante. Por lo tanto, en ese aspecto la ubicación del cráter McLaughlin también encaja a la perfección con la teoría de que albergó un lago.

Conforme se avanza en la exploración del Planeta Rojo, más complejo se revela este mundo, y mayores resultan ser sus similitudes con la Tierra

miércoles, 23 de enero de 2013

Betelgeuse se prepara para una colisión

En esta nueva imagen del observatorio espacial Herschel de la ESA, pueden verse múltiples arcos en torno a Betelgeuse, la estrella supergigante roja más cercana a la Tierra. La estrella y su escudo en forma de arco podrían chocar con un impresionante “muro” de polvo en 5.000 años.

Betelgeuse cabalga a lomos de la constelación de Orión, el Cazador. Puede verse fácilmente a simple vista en el cielo nocturno invernal del hemisferio norte, como una estrella rojiza por encima y a la izquierda del conocido cinturón de Orión, formado por tres estrellas.

Betelgeuse tiene casi 1.000 veces el diámetro de nuestro Sol y un brillo 100.000 veces superior, pero estas impresionantes cifras tienen un precio: es muy probable que el destino de esta estrella sea acabar con una espectacular explosión de supernova, después de haber crecido y haberse transformado en una supergigante roja y tras haber perdido una parte importante de sus capas superiores.

Enigmático entorno de Betelgeuse


La nueva imagen de Herschel, obtenida en el rango del infrarrojo lejano, muestra cómo los vientos de la estrella chocan con el medio interestelar circundante, creando una onda de choque  a medida que la estrella se mueve por el espacio a una velocidad de unos 30 km/s.

La serie de arcos rotos y polvorientos en la dirección de movimiento de la estrella nos habla de una turbulenta historia de pérdida de masa.

Más cerca de la estrella, una capa interior de material muestra una pronunciada estructura asimétrica. Enormes glóbulos convectivos que se encuentran en las partes externas de la atmósfera de la estrella, pueden haber resultado en grumosas eyecciones de restos de polvo localizadas, producidas en diferentes etapas del pasado.

Más allá de la estrella, tras los arcos polvorientos, también puede verse una fascinante estructura lineal. Mientras que algunas teorías iniciales proponían que esta barra era resultado del material eyectado durante una etapa anterior de la evolución de la estrella, el análisis de esta nueva imagen sugiere que, o bien se trata de un filamento lineal ligado al campo magnético de la galaxia, o bien es el borde de una nube interestelar cercana iluminada por Betelgeuse.

Si la barra es un objeto completamente independiente, y si a eso sumamos el movimiento de Betelgeuse y sus arcos, así como la separación entre ellos y la barra, los arcos exteriores chocarán con la barra en tan solo 5.000 años, con lo cual la propia estrella supergigante roja colisionará con la barra unos 12.500 años más tarde. (Fuente: ESA)

lunes, 21 de enero de 2013

Marte albergó agua caliente

Se ha determinado en un nuevo estudio que antiguamente el Planeta Rojo acogió agua caliente, a temperaturas de entre 50 y 150 grados centígrados.

Las fracturas hidrotermales alrededor de cráteres de impacto en Marte pudieron ser un entorno habitable para la vida microbiana.

Recreación artística de un antiguo mar en Marte, así como un río desembocando en él. (Imagen: NASA)


Hay microbios terrestres que viven en ambientes acuáticos similares, como ocurre en las fuentes termales volcánicas del Parque de Yellowstone, tal como subrayan los autores del estudio.

Esta nueva investigación se basa en un examen detallado de meteoritos marcianos caídos en la Tierra, hecho mediante potentes microscopios en el Departamento de Física y Astronomía de la Universidad de Leicester, Reino Unido. Después del análisis inicial efectuado aquí, se realizó un trabajo de modelado computerizado en la Universidad Abierta (Open University) en Milton Keynes, Reino Unido.

Aunque los robots de superficie y los orbitadores en Marte son la principal herramienta para estudiar los minerales de ese planeta, la comunidad científica también dispone de algunos meteoritos de origen marciano aquí en la Tierra. Estos meteoritos se pueden dividir en tres clases principales, de las cuales hay una de especial interés por contener vetas de minerales formados por la acción del agua cerca de la superficie de Marte.

El equipo de John Bridges, de la Universidad de Leicester, estudió esos minerales de modo muy detallado. Se conocen ocho meteoritos marcianos de este tipo, y todos tienen pequeñas pero significativas diferencias entre ellos y en sus minerales forjados o modificados por el agua

El meteorito de Lafayette es uno de ellos, pudiendo encontrarse en sus vetas la más completa sucesión de minerales de formación geológica posterior. Cuidadosas investigaciones de los minerales con microscopios electrónicos han revelado que el primero de los minerales que se formaron a posteriori a lo largo de los bordes de la veta fue el carbonato de hierro. El carbonato habría sido formado por agua rica en CO2, a temperaturas de unos 150 grados centígrados. Al enfriarse el agua hasta unos 50 grados, se habrían formado los minerales de arcilla, que luego fueron seguidos por una fase amorfa que tiene la misma composición que la arcilla.

Hay microbios que utilizan las reacciones durante la formación de minerales para obtener energía y elementos esenciales para su supervivencia.

Lo que calentó el agua pudo ser un impacto en la superficie marciana, capaz de excavar un cráter y generar calor, tal como aventura Bridges. "Solo hay que mirar un mapa de Marte para ver cuán numerosos son en la superficie marciana", agrega Susanne Schwenzer, de la Universidad Abierta.

jueves, 17 de enero de 2013

Planetas habitables gracias a su mayor calor interno

Dispersas alrededor de la Vía Láctea, existen estrellas similares a nuestro Sol, y que a veces tienen planetas a su alrededor. De estos, algunos de los considerados inhabitables por estar demasiado lejos de su estrella, podrían en realidad tener una temperatura adecuada para albergar vida, gracias al calor interno.

Los resultados de un nuevo estudio indican que muchos planetas en órbita a otras estrellas pueden tener más calor interno que la Tierra y también, debido a ello, ser más dinámicos geológicamente.

Según las conclusiones de este estudio, los interiores de muchos planetas de tipo terrestre en los sistemas solares observados, son probablemente más calientes que la Tierra (hasta un 25 por ciento más), lo que les haría geológicamente más activos y más proclives a conservar agua en estado líquido que sustente la vida, al menos la más simple, de tipo microbiano.



El equipo de Cayman Unterborn, Jennifer Johnson y Wendy Panero, combinó astronomía con geología para buscar los lugares con más probabilidades de albergar vida extraterrestre.

Se estudió a ocho estrellas muy parecidas a nuestro Sol en cuanto a tamaño, edad y composición general, para medir la cantidad de elementos radiactivos que contienen.

La búsqueda se centró en elementos como el torio y el uranio, que son esenciales para la tectónica terrestre de placas, ya que calientan el interior de nuestro planeta. La tectónica de placas ayuda a mantener el agua en la superficie de la Tierra, por lo que la existencia de placas tectónicas se puede tomar en algunos casos como un indicador de que el planeta es capaz de albergar vida.

De las ocho estrellas parecidas al Sol estudiadas hasta ahora, siete parecen contener mucho más torio que nuestro Sol, lo que sugiere que los planetas que las orbitan contienen más torio también. Esto, a su vez, significa que el interior de esos planetas es probablemente más caliente que el nuestro.

Una de las estrellas examinadas, por ejemplo, contiene 2,5 veces más torio que nuestro Sol. Según los cálculos, los planetas de tipo rocoso (como la Tierra) que se formaron alrededor de esa estrella probablemente generan un 25 por ciento más calor interno que la Tierra, permitiendo que la tectónica de placas persista un mayor tiempo en la historia del planeta, haciendo más probable que la vida surja en él.

Los elementos radiactivos como el torio y el uranio están presentes en el manto terrestre. Estos elementos calientan el planeta desde el interior, algo totalmente independiente del calor que emana del núcleo de la Tierra.

El núcleo no es por tanto nuestra única fuente de calor interno. Una fuente muy importante es la lenta desintegración radiactiva de los elementos que estaban aquí cuando se formó la Tierra. Sin radioactividad, no habría suficiente calor para conducir la tectónica de placas que mantiene en la superficie a los océanos de la Tierra.

La relación entre el agua de la superficie de la Tierra y la tectónica de placas es compleja y aún hay grandes lagunas en su conocimiento científico. Panero la llamó "uno de los grandes misterios de las geociencias". Pero los investigadores están empezando a sospechar que las mismas fuerzas de convección de calor en el manto que mueven la corteza terrestre, de alguna manera también regulan la cantidad de agua en los océanos.

Tal como apunta Unterborn, parece razonable suponer que si un planeta es capaz de retener durante muchos millones de años un océano, debe poseer algún tipo de "sistema de reciclaje" de su corteza.

En particular, la vida microbiana en la Tierra se beneficia del calor del subsuelo. Muchas especies de microbios no dependen del Sol para obtener energía, pero necesitan el calor proveniente del interior de la Tierra que, en su mayor parte, proviene de la desintegración del uranio. Los planetas ricos en torio, un elemento con más energía y un período de semidesintegración mayor, serían más calientes y permanecerían así por más tiempo, por lo que tendrían más probabilidades de desarrollar vida.

En cuanto a por qué nuestro sistema solar tiene menos torio, es probablemente cuestión de azar. Todo comienza con las supernovas. Los elementos creados en una supernova determinan los materiales que estarán disponibles para las nuevas estrellas y planetas que se formarán. Las estrellas similares al Sol estudiadas por el equipo de Unterborn se encuentran dispersas por la galaxia, de modo que se formaron a partir del material producido por diferentes supernovas. Tenían más torio disponible del que tuvo nuestro sistema solar al formarse.


martes, 15 de enero de 2013

Una cuna de estrellas

Los intrincados filamentos de polvo y gas que conforman esta guardería estelar albergan a más de 600 estrellas en formación. Esta región fue observada por primera vez por el observatorio espacial Herschel de la ESA.

La región nebulosa coloreada de azul, conocida como W40 o Sharpless 2-64, se encuentra a 1.000 años luz de nuestro planeta en dirección a la constelación del Águila, y tiene una extensión de unos 25 años luz.

Se trata de una inmensa nube de hidrógeno gaseoso, iluminada por la radiación emitida por al menos tres jóvenes estrellas ocultas en su interior.

La guardería estelar W40



Esta nebulosa se está expandiendo, comprimiendo a su paso el gas que la rodea, lo que desencadenará la formación de una segunda generación de estrellas.

Se estima que en el sector cubierto por esta imagen se encuentran unos 600 cúmulos de polvo y gas, la mayoría de los cuales terminará colapsando para formar nuevas estrellas.

Unas 150 protoestrellas ya han alcanzado las últimas fases de su proceso de formación. En cuanto se estabilicen las reacciones de fusión, se encenderán sus núcleos, convirtiéndose en estrellas adultas.

W40 forma parte de un gigantesco anillo de estrellas y nubes de formación de estrellas conocido como el ‘Cinturón de Gould’, que parece rodear el cielo nocturno. Sus guarderías estelares son uno de los objetivos clave de la misión Herschel, que pretende comparar la formación de estrellas en cada región para determinar cómo influye el entorno local en el proceso.

Esta es una imagen de archivo, elaborada a partir de los datos recogidos por los instrumentos PACS y SPIRE de Herschel el 24 de octubre de 2009, y publicada por primera vez en OSHI en el año 2011. (Fuente: ESA)

viernes, 11 de enero de 2013

Los chorros espectaculares de la galaxia Hércules A

A unos dos mil millones de años-luz de distancia, la galaxia elíptica y amarillenta denominada Hércules A muestra un aspecto bastante corriente tal como se la ve mediante el Telescopio Espacial Hubble en longitudes de onda de luz visible. La galaxia es aproximadamente 1.000 veces más masiva que la Vía Láctea y alberga un agujero negro central con una masa de 2.500 millones de veces la del Sol, ó 1.000 veces la del agujero negro de la Vía Láctea.

Sin embargo, Hércules A, también conocida como 3C 348, ha sido conocida durante mucho tiempo como el objeto más brillante en ondas de radio de la constelación de Hércules. En longitudes de onda de radio, la galaxia emite unas mil millones de veces más energía que nuestro Sol, y es una de las fuentes extragalácticas de radio más brillantes en todo el cielo. Y en esa vertiente no resulta para nada un objeto corriente.





El uso combinado del telescopio espacial Hubble y el recientemente actualizado radiotelescopio Karl G. Jansky Very Large Array (VLA) en Nuevo México, ha permitido contemplar a Hércules A en varias facetas, resultando ello en una imagen reveladora y espectacular de dicha galaxia.

Los datos de radio del VLA revelan dos enormes chorros, ópticamente invisibles, que con un millón y medio de años-luz de ancho, empequeñecen la galaxia visible desde la que emergen. Los chorros, que parecen dos grandes llamaradas, constan de partículas subatómicas, campos magnéticos y plasma de muy alta energía, disparados a casi la velocidad de la luz desde las proximidades del agujero negro. Las partes exteriores de ambos chorros muestran inusuales estructuras semejantes a anillos. Esto y otros rasgos hacen pensar en diversos episodios de actividad extrema desde las inmediaciones del agujero negro supermasivo como originadores del fenómeno.

Las partes más internas de los chorros no son visibles. Lejos de la galaxia, los chorros se vuelven inestables y se deshacen en anillos y volutas.

La fuente de radio está rodeada completamente por una nube de gas muy caliente que emite rayos X.

En la panorámica captada por el Hubble también se aprecia una galaxia elíptica que quizá está en proceso de fusionarse con la galaxia central. Muchas otras galaxias elípticas y espirales que son visibles en las imágenes del Hubble pueden ser miembros del mismo cúmulo de galaxias. Hércules A es, por mucho, la galaxia más brillante y más masiva del cúmulo.

martes, 8 de enero de 2013

La Cassini, los ojos de la humanidad en Saturno



La sonda espacial Cassini lleva ya más de ocho años en órbita a Saturno, pero no deja de sorprendernos con nuevas e impresionantes imágenes del planeta de los anillos y sus satélites.

Una de las imágenes más recientes muestra a Saturno visto a contraluz. Para tomar esta foto, la Cassini fue posicionada deliberadamente dentro de la zona de sombra proyectada por Saturno, una ubicación perfecta desde la cual observar en dirección al Sol y captar una panorámica a contraluz de los anillos y de la cara nocturna del planeta. Ésta es una posición muy ventajosa científicamente, y por eso muy codiciada por los expertos, ya que ofrece magníficas oportunidades para captar detalles de los anillos y de la atmósfera de Saturno que no pueden ser apreciados bajo otras condiciones de iluminación.

La anterior ocasión en que la Cassini disfrutó de esta inusual perspectiva de Saturno y sus anillos, a la distancia adecuada y con tiempo suficiente como para confeccionar un mosaico completo de fotos, se presentó en septiembre de 2006.

El nuevo mosaico procesado consta de 60 imágenes tomadas en luz visible así como en otras longitudes de onda.

Gracias al trabajo de observación que durante años la Cassini ha hecho también sobre Titán, la luna mayor de Saturno, ha sido posible levantar un mapa con muchos de los rasgos geográficos principales de este intrigante satélite. Una nueva versión, hecha pública recientemente, identifica bastantes ubicaciones de montañas que han recibido ya nombre. La Unión Astronómica Internacional utiliza para montañas de la Tierra Media de las novelas de fantasía escritas por J.R.R. Tolkien.

En el momento de redactar estas líneas, la Cassini sigue una órbita en torno a Saturno que le hace dar una vuelta completa alrededor de él cada 13,3 días; esta órbita tiene una inclinación de 53 grados con respecto al plano ecuatorial.

En líneas generales, el estado de la Cassini es bueno, por lo que debería poder seguir en servicio durante más años.

Durante 2012, la Cassini ha estado muy ocupada, repartiendo su tiempo entre la observación de Saturno y la de los satélites de éste que ha tenido más cerca en cada momento. Por ejemplo, ha pasado a menos de mil kilómetros de distancia de Titán en varias ocasiones. Y ha sobrevolado Encélado a una altitud de tan sólo 74 kilómetros.

La misión Cassini-Huygens es fruto de la cooperación entre la NASA, la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Agencia Espacial Italiana.

La nave Cassini, con la sonda de descenso Huygens, fue lanzada al espacio el 15 de octubre de 1997, llegando 7 años después a Saturno, en torno al cual entró en órbita. La hazaña de la entrada en órbita está descrita en este artículo que en Amazings publicamos el 5 de julio de 2004 (http://www.amazings.com/ciencia/noticiasn/050704b.html)

La Cassini finalizó en 2008 la misión para la que fue diseñada. Desde entonces ha estado realizando investigaciones extra.





 

lunes, 7 de enero de 2013

Describen el primer meteorito procedente de la corteza de Marte

Un equipo liderado desde la Universidad de Nuevo México (EEUU) acaba de presentar en Science una nueva clase de meteorito marciano que, muy probablemente, se formó en la propia corteza del planeta rojo. Se parece mucho a las rocas analizadas por los rovers de la NASA in situ.

El meteorito, bautizado con el nombre de (Northwest Africa o NWA) 7034, se encontró en Marruecos en 2011. Presenta algunas similitudes con los otros 110 meteoritos marcianos conocidos como SNC, por sus tres miembros (Shergotty, Nakhla y Chassign), pero en realidad es bastante distinto. De hecho es el único del que se puede determinar de forma bastante fiable su punto de origen en el planeta rojo.



Andrew Steele, uno de los autores, explica que la textura de NWA “no se parece a la de ninguno de los meteoritos SNC. Se compone de fragmentos cementados de basalto –se forman con lava enfriada rápidamente–, una composición común en las muestras lunares, pero no en los meteoritos marcianos. Esto sugiere su posible procedencia de la corteza”.

“La roca basáltica en este meteorito es consistente con la corteza o el manto superior de Marte”, puntualiza el autor principal, Carl B. Agee, “en base a los datos recogidos por los últimos vehículos de exploración y orbitadores de Marte”.

“Además, nuestro análisis de isótopos de oxígeno muestra que NWA 7034 no es como las otras muestras planetarias –prosigue–. La química es consistente con un origen superficial y una interacción con la atmósfera marciana. La abundancia de agua, unas 6000 partes por millón, sugiere que interactuó con la superficie de Marte hace alrededor de 2100 millones de años”. Esta datación implica que pertenece a la denominada era marciana Amazónica, la más reciente.


El meteorito contiene alrededor de diez veces más agua que cualquiera de los demás. Este agua podría haberse originado en una fuente volcánica o en un manto acuífero próximo a la superficie, lo que refleja que la actividad en la superficie acuosa en Marte pudo continuar bien entrada la era Amazónica temprana.

"Tal vez lo más interesante, es que el alto contenido de agua puede significar que hay una interacción de las rocas con el agua superficial, ya sea a partir del magma volcánico, o de fluidos de cometas que hayan podido impactar durante ese tiempo", plantea Steele, que concluye: "Es el meteorito marciano más rico desde un punto de vista geoquímico y sus futuros análisis nos darán más sorpresas". (Fuente: SINC)

viernes, 4 de enero de 2013

TALLER DE ASTRONOMIA 2013

BIBLIOTECA POPULAR SARMIENTO

TALLER DE  ASTRONOMIA 2013

PRIMER NIVEL a cargo de Osvaldo Calvo

Iniciación a la Astronomía.
Se irán tratando temas tan apasionantes como la historia de la Astronomía, el Sistema Solar, la exploración espacial, la vida de las estrellas.

INICIO DEL TALLER: 12/04/2013 
HORARIO: VIERNES  DE 18:00HS   A 19:00 HS

SEGUNDO NIVEL a cargo de Gabriel Pesaresi

Se irán tratando temas como, principio de relatividad, física cuantica, termodinámica, cosmología.

INICIO DEL TALLER: 12/04/2013 
HORARIO: VIERNES  DE 19:00HS   A 20:30 HS

Informes en la  Biblioteca Popular Sarmiento Tel. 4228-3676
Consultas al E-mail: gabrielpesaresi@yahoo.com.ar
       Pagina Web: http://gabrielpesaresi.blogspot.com/

jueves, 3 de enero de 2013

La nueva y exótica región cósmica por la que ahora vuela la nave Voyager 1

La nave espacial Voyager 1, de la NASA, ha entrado en una nueva región que los científicos creen que es la última zona por la que tiene que cruzar la sonda antes de alcanzar el espacio interestelar propiamente dicho.

Los científicos se refieren a esta nueva región como una autopista magnética para partículas cargadas, debido a que las líneas del campo magnético de nuestro Sol están conectadas con líneas del campo magnético interestelar. Esta conexión permite que partículas cargadas de menor energía originadas en el interior de nuestra heliosfera (la burbuja de partículas cargadas que expele nuestro Sol a su alrededor) se aceleren, y también posibilita que partículas de mayor energía provenientes del exterior entren dentro.



El equipo de Edward Stone, científico del proyecto Voyager en el Instituto Tecnológico de California en Pasadena, considera que éste es el último tramo del viaje antes de iniciarse de manera definitiva la etapa interestelar. Stone y sus colegas creen que la Voyager 1 entrará definitivamente en el espacio interestelar dentro de unos meses como muy pronto o dentro de un par de años como muy tarde.

Los datos obtenidos con dos instrumentos a bordo de la Voyager 1 que registran partículas cargadas mostraron que la nave espacial entró por vez primera en esta región el 28 de julio de 2012. La frontera entre esta región y la anterior retrocedió y se acercó a la Voyager 1 en varias ocasiones. La nave entró a la región nuevamente el 25 de agosto y desde entonces el ambiente se ha mantenido estable.

La Voyager 1 fue lanzada en 1977 y es el objeto de fabricación humana más lejano. En la actualidad, se halla a 17 horas-luz de la Tierra (unos 18.000 millones de kilómetros ó 11.000 millones de millas).

miércoles, 2 de enero de 2013

Galaxia deformada por el paso de otra por su centro

NGC 922 no es una galaxia espiral normal. Sus brazos espirales se interrumpen, una corriente de estrellas se extiende hacia la parte superior de la imagen, y una nebulosa de color rosa brillante rodea casi por completo el núcleo.

Observaciones hechas por el Observatorio Chandra de rayos X de la NASA revelan más caos en forma de fuentes de rayos-X ultraluminosas dispersas por la galaxia.



La actual forma inusual de NGC 922 y la estructura anular es el resultado del paso de una galaxia menor por el centro de NGC 922 hace 330 millones de años.

Esta galaxia menor, catalogada como 2MASXI J0224301-244443, atravesó el corazón de NGC 922 y salió disparada por el otro lado. En imágenes panorámicas de la NGC 922, el pequeño intruso puede observarse alejándose de la escena de la colisión.

A medida que la pequeña galaxia atravesó el centro de NGC 922, su presencia y su recorrido perturbaron las nubes de gas y desencadenaron la formación de nuevas estrellas, cuya radiación luego hizo brillar al gas restante. El color rosado brillante de la nebulosa resultante es un signo característico de este proceso, y se debe al hidrógeno gaseoso excitado. El hidrógeno es el elemento mayoritario en las nubes de gas interestelar. Este proceso de excitación y emisión de luz por los gases es similar al experimentado por los letreros de neón.