lunes, 30 de junio de 2014

Completado el experimento LDSD

El 28 de junio se llevó a cabo el experimento tecnológico LDSD (Low-Density Supersonic Decelerator). Después de varios retrasos, el vehículo con aspecto de platillo volante y 3 toneladas y media de peso fue elevado bajo un gran globo de helio hasta una altitud de unos 40 Km, donde fue soltado para que activase su motor. Una vez alcanzada la velocidad prevista, abrió su sistema inflable experimental de frenado aerodinámico, que sería ensayado durante la reentrada atmosférica. El sistema funcionó perfectamente, si bien otro elemento de la prueba, un paracaídas de grandes dimensiones capaz de funcionar a velocidades supersónicas, no se abrió correctamente. El sistema de la NASA ha sido diseñado para futuras misiones a Marte que necesiten tranportar y situar sobre su superficie cargas muy superiores a las actuales.

(Foto: NASA/JPL-Caltech)


jueves, 26 de junio de 2014

Unos misteriosos Rayos X intrigan a los astrónomos





Misteriosa señal en el cúmulo de galaxias de Perseo. Crédito: NASA
Gracias a los observatorios de alta energía de la ESA y de la NASA,

 los astrónomos  han descubierto una prometedora pista que podría 
estar relacionada con uno de los ingredientes más enigmáticos de 
nuestro Universo: la materia oscura.

Aunque en principio la materia oscura es invisible, ya que no emite ni 
absorbe luz, 
se puede detectar a través de su influencia gravitatoria sobre el movimiento
 y la apariencia de otros objetos del Universo, como las estrellas o las galaxias. 



Basándose en estas medidas indirectas, los astrónomos calculan que la
 materia  oscura es el tipo de materia más abundante en el Universo – 
y aún así sigue siendo una gran desconocida. 



Al estudiar los cúmulos de galaxias, las mayores estructuras cósmicas 
cohesionadas por gravedad, se puede haber encontrado una nueva pista. 



Los cúmulos de galaxias están formados por cientos de galaxias y por 
una enorme cantidad de gas caliente que rellena el espacio entre ellas.



Sin embargo, al estudiar los efectos gravitatorios de estos cúmulos se
 ha descubierto que las galaxias y el gas apenas constituyen una quinta 
parte de su masa total – se piensa que el resto es materia oscura. 


El gas, principalmente hidrógeno, alcanza temperaturas de más de 10 millones 
de grados Celsius, lo que provoca que emita rayos X. Las trazas de los otros 
elementos imprimen ‘líneas’ adicionales en su espectro, a determinadas 
longitudes de onda. 



Al estudiar las observaciones de 73 cúmulos de galaxias realizadas con los 
telescopios espaciales XMM-Newton de la ESA y Chandra de la NASA, los 
astrónomos han descubierto una enigmática línea en el espectro a una longitud
 de onda en la que normalmente no había nada.



“Si esta extraña señal estuviese relacionada con un elemento químico
 conocido, debería haber dejado otras líneas en el espectro, a las longitudes
 de onda habituales, pero no hay nada más”, explica la Dra. Esra Bulbul de
l Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian en Cambridge, Massachusetts,
 Estados Unidos, autora principal del artículo que presenta estas conclusiones. 



“Tuvimos que buscar una explicación más allá del reino de la materia ordinaria”. 



Los astrónomos piensan que esta enigmática emisión pudo haber sido
 provocada por el decaimiento de un tipo exótico de partícula subatómica 
conocida como ‘neutrino estéril’, predicha por la teoría pero que todavía no
 se ha detectado. 



Los neutrinos ordinarios son partículas de muy baja masa que apenas 
interactúan con la materia, sólo a través de la fuerza nuclear débil o 
de la gravedad. Se piensa que los neutrinos estériles serían un tipo
 especial al que sólo afecta la gravedad, por lo que podrían ser uno
 de los componentes de la materia oscura.



“Si la interpretación de nuestras observaciones es correcta, al menos una 
parte de la materia oscura en los cúmulos de galaxias podría estar formada
 por neutrinos estériles”, comenta Bulbul.



Los cúmulos estudiados se encuentran a una distancia de entre cien millones
 de años luz y unos pocos miles de millones de años luz. La misteriosa señal 
fue detectada al combinar distintas observaciones de estos cúmulos, y en
 una imagen individual del Cúmulo de Perseo, una estructura masiva en 
nuestro vecindario cósmico. 



Este descubrimiento podría tener grandes repercusiones, pero los
 investigadores prefieren ser cautos. Hará falta realizar nuevas observaciones
 de más cúmulos con telescopios de alta energía como XMM-Newton o
 Chandra para poder confirmar si realmente existe una conexión con la
 materia oscura. 



“El descubrimiento de esta singular línea en el espectro de rayos X fue
 posible gracias al gran archivo de XMM-Newton y a la capacidad del 
observatorio para recoger rayos X a distintas longitudes de onda”
, explica Norbert Schartel, Científico del Proyecto XMM-Newton para la ESA. 



“Sería muy emocionante poder confirmar que XMM-Newton nos ha ayudado a
 encontrar la primera señal directa de la materia oscura”. 



“Todavía falta mucho para llegar a ese punto, pero por el camino vamos a 
aprender mucho sobre el contenido de nuestro extravagante Universo”.

Enlace original: NASA.


martes, 24 de junio de 2014

Telescopios gigantes captan imágenes de un asteroide cercano a la Tierra


Telescopios Gigantes Captan Imágenes de un Asteroide Cercano a la Tierra. Imagen Crédito: NASA/JPL-Caltech/Arecibo Observatory/USRA/NSF


Científicos de NASA, empleando radares en tierra, han obtenido imágenes nítidas de un asteroide recientemente descubierto mientras pasaba silenciosamente por nuestro planeta. Captadas el 8 de Junio de 2014, las nuevas imágenes del objeto llamado "2014 HQ124", son algunas de las más detalladas imágenes de radar jamás obtenidas de un asteroide cercano a la Tierra.

Las observaciones de radar fueron dirigidas por los científicos Marina Brozovic y Lance Benner del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en Pasadena, California. Los investigadores del JPL trabajaron estrechamente con Michael Nolan, Patrick Taylor, Ellen Howell y Alessondra Springmann del Observatorio de Arecibo en Puerto Rico para planificar y ejecutar las observaciones.

Según Benner, 2014 HQ124 parece ser un objeto alargado, irregular, de por lo menos 370 metros en su eje más largo. "Podría tratarse de un objeto doble, o 'binario de contacto', consistente en dos objetos que forman un solo asteroide con dos lóbulos". Las imágenes revelan muchas otras características, incluyendo una sorprendente colina puntiaguda cerca del centro del objeto, que en estas imágenes se ve arriba.

Las 21 imágenes de radar fueron tomadas en un lapso de cuatro horas y media. Durante ese intervalo, el asteroide rotaba unos pocos grados por cuadro, lo que sugiere que su periodo de rotación es ligeramente inferior a 24 horas.

En su máximo acercamiento a la Tierra el 8 de junio, el asteroide estuvo a 1.25 millones de kilómetros, un poco más de tres veces la distancia a la Luna. Los científicos comenzaron las observaciones de 2014 HQ124 poco después de la máxima aproximación, cuando el asteroide estaba entre aproximadamente 1.39 y 1.45 millones de kilómetros de la Tierra. Cada imagen del collage y de la película representa 10 minutos de datos.

Las nuevas imágenes muestran formaciones de hasta 3.75 m de ancho. Esta es la máxima resolución actualmente posible empleando antenas de radar científicas para producir imágenes. Las vistas tan nítidas de este asteroide han sido posibles enlazando dos radiotelescopios gigantes para aumentar sus capacidades.



Enlace original: NASA.

viernes, 20 de junio de 2014

El Hubble observa galaxias enanas formadoras de las estrellas del Universo

 Nuevas observaciones del Telescopio Espacial Hubble de la NASA muestran pequeñas galaxias, también conocidas como galaxias enanas, que son responsables de la formación de una gran porción de las estrellas del universo.

Imagen de una porción de las galaxias de nuestro Universo. Imagen Crédito: NASA/ESA

El estudio de esta época temprana de la historia del universo es fundamental para comprender completamente cómo estas estrellas se formaron y cómo las galaxias crecieron y evolucionaron entre 3.500 y 6.000 millones de años después del inicio del universo. El resultado es compatible con una investigación de diez años sobre si existe una relación entre la masa de una galaxia y su actividad de formación estelar, y ayuda a pintar un cuadro coherente de los acontecimientos en el Universo temprano.

"Ya sospechábamos que este tipo de galaxias habían contribuido a la primera ola de formación estelar, pero esta es la primera vez que hemos sido capaces de medir el efecto que en realidad tenía", dijo Hakim Atek de la École Polytechnique Fédérale de Lausanne (EPFL ) de Suiza, y autor principal del estudio. "Parecen haber tenido un sorprendentemente gran papel que jugar."


Estudios anteriores de las galaxias de formación estelar se limitaron al análisis del medio o de gran masa de las galaxias, dejando de lado las numerosas galaxias enanas que existían en esta época de prolífica formación estelar. El nuevo estudio realizado con datos de la Wide Field Camera 3 (WFC3) del Hubble ha permitido a los astrónomos dar un nuevo paso adelante en la comprensión de esta época crucial, gracias a la observación de una muestra de galaxias enanas del Universo temprano y, en particular, una selección de galaxias de estallido estelar. Estas galaxias de estallido estelar forman estrellas a un ritmo furiosamente rápido, muy por encima de la tasa normal que se espera de ellas.

Las capacidades infrarrojas de la WFC3 han permitido a los astrónomos finalmente calcular cómo estas galaxias enanas de baja masa contribuyeron a la población de estrellas en nuestro universo.

"Estas galaxias están formando estrellas tan rápidamente que en realidad podría duplicar toda su masa de las estrellas en sólo 150 millones años - un tiempo increíblemente corto en términos astronómico", añade el co-autor del estudio Jean-Paul Kneib, también de la EPFL.

Además de añadir una nueva visión de cómo y dónde se formaron las estrellas en nuestro universo, este último descubrimiento también podría ayudar a desentrañar los secretos de la evolución galáctica. Las galaxias evolucionan a través de una serie de procesos complejos. Cuando las galaxias se fusionan, se consumen por las estrellas recién formadas que se alimentan de sus gases combinados, y la explosión de las estrellas y los agujeros negros supermasivos emiten materia galáctica - un proceso que reduce la masa de una galaxia. Es raro encontrar una galaxia en un estado de estallido estelar, lo que sugiere a los investigadores que la explosión de galaxias es el resultado de un incidente inusual en el pasado, tal como una fusión violenta.

jueves, 19 de junio de 2014

La gran barrera de coral se adaptó al calentamiento global hace 20.000 años

La gran barrera de coral es el arrecife más grande del mundo –con una longitud de 2.000 km– y representa un ecosistema único que ha evolucionado a lo largo de miles de años, por lo que en 1981 fue declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO. Sin embargo, existe el temor de que el calentamiento global provoque su deterioro.

Un trabajo internacional dirigido por el Instituto de investigación Marina (MARUM) de la Universidad de Bremen (Alemania) determina que la gran barrera de coral australiana puede ser más resistente a los cambios de temperatura superficial del mar de lo que se pensaba.

Este estudio se basa en las muestras recogidas por una expedición del programa Ocean Discovery International (IODP) que tenía como objetivo comprender cómo los arrecifes de coral tropicales se adaptan a los cambios de temperatura.

Gran Barrera de Coral. (Foto: Wikipedia)



Para ello, los científicos investigaron la respuesta de estos animales al final de la última edad de hielo –entre 20.000 y 13.000 años atrás–, cuando las temperaturas aumentaron significativamente.

“Nos fijamos en los especímenes fósiles de corales Isopora, que vivieron en la fase final del último período glacial. Este tipo de coral también está creciendo en la actual gran barrera de coral, donde son comunes en aguas poco profundas”, comenta a Sinc Thomas Felis, coautor del estudio e investigador de la Universidad de Bremen.

El trabajo, que se publica en la revista Nature Communications, corrobora que la gran barrera de coral es un ecosistema altamente flexible, ya que a través de técnicas de fechado radiométrico de unario-torio han podido identificar fósiles de corales que vivieron durante el pico y la fase final del último periodo glacial.

Tras este análisis, midieron las proporciones de estroncio-calcio en los corales para determinar las temperaturas de los océanos en ese momento.

“Hemos sido capaces de perforar directamente en la gran barrera de coral, con el uso del barco de la expedición del IODP, y recuperar corales de entre 20.000 y 13.000 años de antigüedad. Cada coral nos da una instantánea de la temperatura del océano de la época en que vivió y, en conjunto, los resultados muestran la secuencia de los cambios ambientales”, añade Felis.

Los resultados muestran que las temperaturas de la superficie del mar frente a la costa oriental de Australia de hace entre 20.000 y 13.000 años eran significativamente más frías de lo que se creía. Y algo aún más destacable es que el gradiente de temperaturas era inesperadamente grande de norte a sur.

“En esa época, la temperatura del sur era dos a tres grados más fría que en el norte, en cambio, la diferencia de hoy en día es menor a un grado Celsius”, apunta el estudio.

A pesar de que la investigación muestra que los corales Isopora fueron sometidos a fluctuaciones de temperatura muchos mayores en el pasado de lo que se creía, desconocen cómo pudieron adaptarse en unos pocos miles de años y por qué esto no afecto a su crecimiento.

Aunque los datos revelan que el arrecife es adaptable a los cambios térmicos, los científicos advierten que no se puede inferir de ello que la barrera de coral actual pueda adaptarse fácilmente a un continuo aumento de las temperaturas.

“No sabemos con qué facilidad se adaptará el coral al aumento de las temperaturas en la actualidad. Después de todo, los niveles de temperatura de hace 20.000 años eran significativamente más bajos que los de hoy”, señala el experto.

Y concluye: “Junto al aumento de las temperaturas, la principal amenaza para la supervivencia de los arrecifes de coral en la actualidad, entre otros muchos, son la acidificación del océano y el aumento de la entrada de sedimentos debido a las actividades humanas a lo largo del costa”. (Fuente: SINC)

lunes, 16 de junio de 2014

Explosiones gigantes enterradas en polvo

Concepción artística del entorno que rodea al GRB 020819B, basado en observaciones de ALMA. Crédito: NAOJ

Por primera vez, observaciones llevadas a cabo con ALMA (Atacama Large Millimeter/submillimeter Array) han permitido establecer de forma directa cuáles son las proporciones de gas molecular y polvo que se encuentran en una galaxia que alberga estallidos de rayos gamma (GRB) — las explosiones más grandes que tienen lugar en el universo. Sorprendidos, los investigadores han comprobado que hay menos gas del esperado y, proporcionalmente, mucho más polvo, haciendo que algunos GRB aparezcan como “GRB oscuros”. Este trabajo aparece en la revista Nature el 12 de junio de 2014 y es el primer resultado científico de ALMA en torno a los GRB, mostrando el potencial del conjunto de antenas para ayudarnos a comprender mejor cómo se comportan estos objetos.

Los estallidos de rayos gamma (GRBs por sus siglas en inglés, Gamma-Ray Bursts) son intensas explosiones de altísima energía observadas en galaxias distantes — el fenómeno explosivo más brillante del universo. Los que duran más de un par de segundos son conocidos como estallidos de rayos gamma de larga duración (LGRBs, de long-duration gamma-ray bursts) [1] y se asocian con las explosiones de supernova — potentes detonaciones que tienen lugar al final de la vida de las estrellas masivas.
En cuestión de segundos, un estallido típico libera tanta energía como la que habrá liberado el Sol a lo largo de sus diez mil millones de años de vida. La propia explosión suele estar seguida de una emisión que va apagándose poco a poco, conocida como reminiscencia (afterglow), que se cree tiene su origen en las colisiones entre el material expulsado y el gas circundante.

Sin embargo, misteriosamente, algunos estallidos de rayos gamma parecen no tener ninguna reminiscencia — son denominados estallidos oscuros. Una posible explicación es que las nubes de polvo absorben la radiación de la reminiscencia.

En los últimos años, los científicos han estado trabajando para comprender mejor cómo se forma un GRB estudiando sus galaxias anfitrionas. Dentro de estas galaxias, los astrónomos esperaban encontrar estrellas masivas progenitoras de los GRB en regiones activas de formación estelar, que podrían estar rodeadas por una gran cantidad de gas molecular — el combustible para la formación de estrellas. Sin embargo, no había ningún resultado observacional para respaldar esta teoría, dejando la incógnita sin respuesta durante mucho tiempo.

Por primera vez, un equipo de astrónomos de Japón ha utilizado ALMA para detectar la emisión de radio procedente del gas molecular en dos anfitrionas de LGRB — GRB 020819B y GRB 051022 — a unos 4.300 6.900 millones de años luz respectivamente. Aunque tales emisiones de radio nunca habían sido detectadas en las galaxias GRB, ALMA lo ha hecho posible gracias a su alta sensibilidad sin precedentes [2].

Kotaro Kohno, profesor de la Universidad de Tokio y miembro del equipo de investigación, dijo: "hemos estado buscando gas molecular en galaxias GRB durante más de diez años utilizando varios telescopios alrededor del mundo. Como resultado de nuestro arduo trabajo, finalmente logramos un avance notable utilizando el poder de ALMA. Estamos muy entusiasmados con lo que hemos logrado".

Otro logro notable, hecho posible gracias a la alta resolución de ALMA, fue descubrir la distribución del gas molecular y el polvo en galaxias GRB. Observaciones de GRB 020819B revelaron un entorno extraordinariamente rico en polvo [3], mientras que, cerca del centro de la galaxia anfitriona, se encontraba gas molecular. Es la primera vez que se ha revelado dicha distribución en galaxias GRB.

"No esperábamos que los GRB pudieran tener lugar en un ambiente tan polvoriento, con una proporción tan baja de gas molecular con respecto al polvo. Esto indica que el GRB se produjo en un ambiente muy diferente al de una típica región de formación estelar", afirma Hatsukade. Esto sugiere que las estrellas masivas que murieron como GRB cambiaron el ambiente en la región de formación estelar antes de explotar.


El equipo de investigación cree que, una posible explicación para la alta proporción de polvo en comparación con el gas molecular en el lugar donde tienen lugar los GRB, es la diferencia en sus reacciones a la radiación ultravioleta. Puesto que los enlaces entre los átomos que componen las moléculas se rompen fácilmente por la radiación ultravioleta, el gas molecular no puede sobrevivir en ambientes expuestos a una fuerte radiación ultravioleta producida por las calientes estrellas masivas en su región de formación estelar, incluyendo la que tarde o temprano explota como el observado GRB. Aunque también se observa una distribución similar en GRB 051022, esto aún debe ser confirmado debido a la falta de resolución (dado que el anfitrión del GRB 051022 está situado más lejos que el que alberga al GRB 020819B). En cualquier caso, estas observaciones de ALMA apoyan la hipótesis de que el polvo que absorbe la radiación de la reminiscencia es el responsable de generar explosiones oscuras de rayos gamma.

"Los resultados obtenidos esta vez fueron más allá de nuestras expectativas. Necesitamos llevar a cabo otras observaciones en otras galaxias GRB para ver si podría tratarse de condiciones ambientales generales a cualquier sitio que albergue un GRB. Esperamos futuras investigaciones con la ampliación de las capacidades de ALMA", concluye Hatsukade.


viernes, 13 de junio de 2014

Un asteroide descubierto semanas atrás pasa a poco más de un millón de kilómetros de la Tierra

Un asteroide descubierto el 23 de abril de 2014 por la misión NEOWISE de la NASA, un telescopio espacial adaptado para rastrear los cielos en busca de asteroides y cometas, se acercó a la Tierra el pasado día 8, llegando hasta aproximadamente 1,25 millones de kilómetros (unas 777.000 millas), algo más del triple de la distancia que separa a la Tierra de la Luna.

Los datos de la misión NEOWISE permiten estimar que el asteroide, denominado 2014 HQ124, tiene de 250 a 400 metros (entre 800 y 1.300 pies).

Este diagrama muestra la órbita del asteroide 2014 HQ124, y su posición relativa a la Tierra el 8 de junio. (Imagen: NASA/JPL-Caltech)


2014 HQ124 está calificado como "asteroide potencialmente peligroso", o PHA (por sus siglas en inglés), lo cual se refiere a todo asteroide de más de 140 metros (460 pies) que pase a menos de 7,4 millones de kilómetros (4,6 millones de millas) de la órbita de la Tierra alrededor del Sol. Existen actualmente unos 1.484 PHAs conocidos, pero ninguno implica un riesgo a corto plazo de impacto contra nuestro planeta.

Las observaciones hechas en el programa NEOWISE se benefician del hecho de que el telescopio es sensible a la luz infrarroja, lo cual le permite captar el brillo infrarrojo de los asteroides y obtener mejores estimaciones de sus verdaderos tamaños.

La NASA detecta, sigue y caracteriza asteroides y cometas que pasan cerca de la Tierra utilizando tanto telescopios terrestres como espaciales. El programa Near-Earth Object (Objeto Cercano a la Tierra), llamado habitualmente “Spaceguard”, descubre estos objetos, caracteriza un subgrupo de ellos e identifica sus órbitas para determinar si alguno podría ser potencialmente peligroso para nuestro planeta.

martes, 10 de junio de 2014

Un astrónomo chileno desentraña el funcionamiento interno de los pulsares

Como faros del espacio, los haces electromagnéticos de los pulsares barren el Universo y nos iluminan cada cierto tiempo, como lo hacen los faros que resguardan las costas. Los pulsares, o estrellas de neutrones, son lo que queda del núcleo de estrellas antiguas a las que se les acabó el combustible y que se han comprimido a tal punto que hoy son pequeños y densos objetos rotando muy rápido, a más de 100 revoluciones por segundo.

Aunque son conocidos hace tiempo, es poco lo que se sabe de su funcionamiento interno. Pero un equipo internacional de astrónomos acaba de dar un paso adelante al descubrir algo nuevo sobre su interior. Desde hace años, se sabe que los pulsares experimentan repentinas y rápidas aceleraciones en su rotación llamadas glitches. Estos son generados por una gran cantidad de vórtices superfluidos en el interior de la estrella y que estarían siempre rotando más rápido que el resto de la estructura.

Los pulsares o estrellas de neutrones son lo que queda del núcleo de estrellas antiguas a las que se les acabó el combustible y que se han comprimido. (Foto: NASA)


“Los pulsares están formados por una cáscara rígida, la que en su interior contiene muchos vórtices superfluidos. Como estos últimos están rotando más rápido, si la parte de afuera disminuye su velocidad, la de adentro no se da cuenta de inmediato. Pero cuando lo hace, intercambian energía y la cáscara se acelera”, explica Cristóbal Espinoza, investigador postdoctoral del Instituto de Astrofísica de la Universidad Católica (Chiel) y líder del estudio. “Se pensaba que bastaba con un solo vórtice para causar un glitch y así acelerar a la cáscara. Pero ahora, por primera vez, analizamos datos recolectados durante 29 años y nos dimos cuenta de que los vórtices nunca actúan solos, sino que en grupos de billones”.

Los astrofísicos pensaban que cada cierto tiempo uno o más de estos vórtices se comunicaban con la estrella intercambiando energía, lo que producía las aceleraciones observadas. Sin embargo este nuevo resultado sugiere que los glitches tiene un tamaño mínimo, y que son producto de la comunicación al unísono de billones de vórtices con el resto de la estrella.

El trabajo sale publicado en la última edición del Monthly Notices of the Royal Astronomical Society
El equipo estudió la rotación del pulsar del Cangrejo -ubicado en la nebulosa del mismo nombre- utilizando datos del Observatorio Jodrell Bank en Inglaterra. El hallazgo es fundamental para entender cómo funciona la materia en condiciones extremas, algo que no se puede testear en la Tierra.

“Nuestros resultados son importantes para entender en detalle cómo rotan los pulsares y, además, para entender mejor la física de los superfluidos”, agrega el astrónomo. Este conocimiento es vital ya que estos objetos son usados para comprobar aspectos de la Teoría de la Relatividad General y están siendo utilizados como relojes cósmicos para detectar ondas gravitacionales.

El estudio fue realizado en conjunto con astrónomos de la Universidad de Ámsterdam y de la Universidad de Manchester. (Fuente: UC/DICYT)

sábado, 7 de junio de 2014

El Hubble ofrece una colorida vista del universo

Un equipo de astrónomos ha usado el telescopio espacial Hubble para capturar la imagen más completa del universo en evolución y una de las más coloridas presentadas hasta la fecha. La imagen, compuesta con observaciones tomadas durante varios años, forma parte del proyecto denominado Ultraviolet Coverage of the Hubble Ultra Deep Field (UVUDF).



La obtención de datos ultravioletas del campo ultra profundo del Hubble se ha efectuado con una cámara especial –la  wide field camera 3–, que ha proporcionado a los astrónomos el acceso directo a regiones de formación estelar antes inalcanzables, lo que ayuda a comprender como se formaron estas zonas y galaxias enteras.

martes, 3 de junio de 2014

Un púlsar en el interior de la burbuja de una supernova

Las estrellas masivas mueren de forma dramática, explotando como espectaculares supernovas que liberan una gran cantidad de masa y energía. Estas explosiones arrastran todo el material de sus alrededores, creando una gran burbuja que se va expandiendo en el medio interestelar. En el corazón de estas burbujas se encuentra una pequeña y densa estrella de neutrones o un agujero negro, los restos de lo que en su día fue una brillante estrella.

Las burbujas formadas por las explosiones de supernova sólo brillan durante unas pocas decenas de miles de años antes de disolverse por completo, por lo que no es fácil detectar una estrella de neutrones o un agujero negro que todavía esté rodeado por su onda expansiva. Esta imagen nos muestra un buen ejemplo de este fenómeno, desvelando una estrella de neutrones en rotación y fuertemente magnetizada – lo que se conoce como un púlsar –  envuelta en su sudario cósmico, los restos de la explosión en la que se formó.

Foto: ESA/XMM-Newton/ L. Oskinova/M. Guerrero; CTIO/R. Gruendl/Y.H. Chu)


Este púlsar, conocido como SXP 1062, se encuentra a las afueras de la Pequeña Nube de Magallanes, una de las galaxias satélite de nuestra Vía Láctea, y está devorando el material de la estrella que lo acompaña, lo que provoca potentes emisiones de rayos X. En el futuro esta región presentará un aspecto todavía más dramático, ya que SXP 1062 está acompañado por una estrella masiva que también terminará sus días explotando como una supernova.

La mayoría de los púlsares presentan un periodo de rotación increíblemente rápido, dando varias vueltas completas cada segundo. Sin embargo, al estudiar la nube de expansión que rodea a SXP 1062, los astrónomos han descubierto que este púlsar está girando demasiado lento. De hecho, es uno de los púlsares más lentos de los que se tiene constancia.

Si bien la causa de este extraño comportamiento sigue siendo un misterio, la principal hipótesis sugiere que la rotación del púlsar podría estar frenada por su potente campo magnético.

El resplandor azul en el centro de la burbuja representa las emisiones en rayos X del propio púlsar y del gas caliente que ocupa el interior de la onda expansiva. Los objetos azules que se pueden ver al fondo de la imagen son otras fuentes de rayos X situadas fuera de la galaxia.

Esta imagen es una combinación de los datos recogidos por el telescopio espacial XMM-Newton de la ESA en la banda de los rayos X (en azul) y de las observaciones realizadas desde el Observatorio Interamericano del Cerro Tololo, en Chile. Al tomar las fotografías desde tierra se utilizaron unos filtros especiales que permiten revelar el brillo del oxígeno (representado en color verde) y el del hidrógeno (en color rojo). La composición nos muestra una región con una extensión de unos 457 años luz. (Fuente: ESA)

lunes, 2 de junio de 2014

La gran cuna estelar de la Nube de Serpiente

Hace escasos días pudimos ver una preciosa estampa que nos llegó desde la Nube de Serpiente, Esta es la imagen, que nos permite apreciar perfectamente la densa nube de polvo que se despliega en su interior, la cual alberga uno de los grupos estelares más jóvenes descubiertos nunca en nuestra galaxia. En ella vemos multitud de estrellas que empiezan a formarse a partir de pequeñas volutas de polvo y de gas. A la luz infrarroja se le han asignado colores que -a diferencia de ésta-, sí podemos ver, mostrando estrellas jóvenes de colores naranjas y amarillos, y una zona central exclusivamente gaseosa de color azulado. Esta zona está escondida a la vista en longitudes de onda visibles, pero la luz infrarroja puede atravesar el polvo, enseñándonos una pequeña porción del interior de esta cuna estelar.



A la izquierda de esta cuna estelar, podemos apreciar una zona oscura, envuelta en una cantidad de polvo tan grande que ni siquiera la luz infrarroja puede ver qué hay tras ella, resultando bloqueada. Dentro precisamente de esta zona oscura es donde las estrellas están comenzándose a formar.

Esta nube, que no es sino una vasta región de formación estelar, está situada a 750 años-luz, en la constelación de Serpens -Serpiente, en castellano-. El atractivo de esta nebulosa es que es una región que únicamente contiene estrellas de baja o relativamente moderada masa, y no alberga en su seno ni una estrella masiva o brillante, como sí que ocurre en otras regiones parecidas de mayor tamaño, como M42, La Nebulosa de Orión. Para que nos hagamos una idea, nuestro Sol es una estrella de masa moderada -de las que no hay en esta nube-, y por eso mismo se convierte en todo un misterio dilucidar si nació en una nube como Serpens o en otra como Orión.