martes, 30 de septiembre de 2014

Una anomalía en el sobrevuelo de los satélites desconcierta a los científicos

 
Muchas sondas sobrevuelan la Tierra para impulsarse hacia sus destinos. / ISSI

Cuando las sondas espaciales, como Rosetta o Cassini, sobrevuelan algunos planetas y lunas para tomar impulso y viajar hacia destinos lejanos, su velocidad varía ligeramente por algún motivo desconocido. Ahora un investigador español ha analizado si podría influir un hipotético campo gravitomagnético, pero otros factores, como la radiación solar, las mareas o incluso efectos relativistas y la materia oscura podrían estar detrás del misterio.

Desde los comienzos de la exploración espacial muchas naves han efectuado una órbita hiperbólica alrededor de planetas o lunas con el objetivo de aprovechar su energía gravitatoria y dirigirse al objetivo. Pero durante esta maniobra de sobrevuelo ‘algo’ hace que los cálculos teóricos de los científicos no se cumplan y la velocidad de las sondas se desvía de lo previsto.

Esta anomalía se ha detectado con precisión en los sobrevuelos a la Tierra, ya que solo en este caso se cuenta con estaciones de seguimiento, como la de la NASA en Robledo de Chabela (Madrid) o la de la Agencia Espacial Europea en Cebreros (Ávila), que permiten registrar con medidas radar las variaciones de velocidad de las naves.


Así se detectó un incremento imprevisto de unos 4 milímetros por segundo cuando la sonda Galileo sobrevoló la Tierra en 1990, o un decremento similar cuando volvió a hacerlo en 1992. También en 1998 la velocidad de la nave NEAR aumentó hasta 13 mm/s respecto a los cálculos, y anomalías similares se repitieron en los sobrevuelos de Cassini en 1999 (–2 mm/s) o los de 2005 de las sondas Messenger (+0,02 mm/s) y Rosetta (+1,82mm/s), que este año ha llegado al cometa al que se dirigía. 

“Estas desviaciones no afectan seriamente a las trayectorias de las naves, pero, aunque tengan valores aparentemente pequeños, es muy importante aclarar a qué se deben, sobre todo en la era actual de la navegación espacial de precisión”, señala Luis Acedo Rodríguez, físico de la Universidad Politécnica de Valencia.

Los científicos todavía no han encontrado ninguna explicación convincente del fenómeno, aunque han propuesto diversas hipótesis. Una apunta a que es la radiación solar la que hace variar la velocidad, otras que son los campos magnéticos o el efecto de las mareas los que influyen, e incluso existen teorías no convencionales, como la existencia de un halo de materia oscura atrapado por la gravedad de la Tierra.

Acedo ha intentado una explicación basada en un supuesto campo gravitomagnético circulante que seguiría los paralelos terrestres, un planteamiento con el que se pueden explicar los efectos en la mayoría de los sobrevuelos. “La teoría general de la relatividad de Einstein predice un campo similar, pero para el caso de los meridianos, y su existencia está bien confirmada con experimentos como Gravity Probe B”, comenta el investigador, aunque reconoce una limitación significativa en su modelo.

“Si existiera ese campo de fuerza –explica– sus efectos se deberían apreciar también en las órbitas elípticas de las naves, y se habría detectado hace tiempo con satélites geodinámicos como LAGEOS o LARES; pero no es así, por lo tanto es difícil que un campo de este tipo aclare el misterio sin perturbar seriamente nuestra comprensión de la gravedad terrestre”.

Descartada esta posibilidad, el experto plantea en un estudio publicado en la revista Advances in Space Research que el comportamiento anómalo de las sondas en los sobrevuelos “debe provenir de algún efecto convencional ignorado hasta la fecha o bien por un error en los programas de análisis de datos”.

Implicaciones más serias

El desfase en las velocidades también podría tener implicaciones mucho más serias en la comprensión de la gravedad, según Acedo: “Ya tenemos antecedentes de que una anomalía aparentemente pequeña en las observaciones astronómicas conduce a nuevas concepciones teóricas, como la del avance del perihelio –punto más próximo al Sol– de Mercurio, que fue fundamental en el desarrollo de la teoría de la relatividad general. En nuestro caso, y sin descartar una explicación por fuentes convencionales, podría ocurrir algo parecido”.

Mientras tanto las sondas espaciales siguen poniendo a prueba a los científicos cada vez que hacen un sobrevuelo. Uno de los últimos lo efectuó en octubre de 2013 la nave Juno en la Tierra de camino hacia Júpiter. De momento la NASA no ha publicado los datos, pero todo indica que su velocidad al pasar sobre nuestro planeta volvió a variar respecto a los cálculos.


sábado, 27 de septiembre de 2014

Previsión “meteorológica” cósmica: las nubes oscuras darán paso al sol

La nube oscura Lupus 4. Crédito: ESO


En esta intrigante nueva imagen vemos cómo Lupus 4, una burbuja de gas y polvo en forma de araña, oculta las estrellas de fondo como lo haría una nube gris en una noche sin luna. Aunque ahora se vea encapotado, es en estas densas burbujas de materia, que se encuentran en el interior de nubes como Lupus 4, donde se forman nuevas estrellas y donde, más tarde, nacerán radiantes. La imagen ha sido captada por el instrumento Wide Field Imager, instalado en el telescopio MPG/ESO de 2,2 metros de ESO, en el Observatorio La Silla, en Chile.

Lupus 4 está situado a unos 400 años luz de la Tierra, a caballo entre las constelaciones de Lupus (el Lobo) y Norma (la Plaza del Carpintero). La nube forma parte de un grupo de nubes oscuras que se encuentran un cúmulo estelar disperso llamado la Asociación de estrellas OB de Escorpio-Centauro. Una asociación OB es una agrupación relativamente joven, pero muy dispersa, de estrellas [1]. Probablemente las estrellas hayan tenido un origen común, naciendo juntas en una gigantesca nube de material.


Dado que esta asociación de estrella y las nubes Lupus forman el grupo más cercano al Sol de su tipo, son un objetivo prioritario para estudiar cómo crecen juntas las estrellas antes de separarse. Se cree que el Sol, junto con la mayoría de las estrellas de nuestra galaxia, nació en un entorno similar.

jueves, 25 de septiembre de 2014

El problema del litio también se da fuera de nuestra galaxia

El cúmulo globular de estrellas Messier 54. Crédito: ESO.a
Esta nueva imagen, obtenida con el telescopio de rastreo del VLT, instalado en el Observatorio Paranal de ESO, en el norte de Chile, muestra una vasta colección de estrellas: el cúmulo globular Messier 54. Se trata de un grupo muy parecido a tantos otros cúmulos, pero éste tiene un secreto: Messier 54 no pertenece a la Vía Láctea, sino que forma parte de una pequeña galaxia satélite, la galaxia enana de Sagitario. Esta diferencia ha permitido a los astrónomos utilizar el Very Large Telescope (VLT) para comprobar si también se encuentran bajos niveles de litio en estrellas que no pertenezcan a la Vía Láctea.

Nuestra galaxia, la Vía Láctea, está orbitada por más de 150 cúmulos globulares de estrellas, que son bolas de cientos de miles de estrellas viejas cuya datación se remonta a la época de formación de la galaxia. Uno de estos cúmulos, junto con varios otros en la constelación de Sagitario (el arquero), fue descubierto, a finales del siglo XVIII, por el cazador de cometas francés Charles Messier y fue bautizado con el nombre de Messier 54.

martes, 23 de septiembre de 2014

Los primeros segundos del universo, a debate en Teruel

La cosmología – estudio de los primeros instantes de existencia del cosmos, entre otros aspectos –  es uno de los temas principales de investigación del CEFCA
 
Uno de los principales invitados a la XI Reunión Científica de la Sociedad Española de Astronomía que se celebra en Teruel es Rashid Sunyaev, que dará su charla el viernes 12 de septiembre. Es director del Instituto Max Planck de Astrofísica de Garching (Alemania) desde 1996, y desde 1992 es también director del departamento de Astrofísica de Altas Energías de la Academia de Ciencias rusa.
 
Rashid Snunyaev ha realizado contribuciones muy relevantes tanto en Cosmología como en Astrofísica de las Altas Energías, por las que ha recibido un buen número de premios internacionales. De hecho,  gran parte de los esfuerzos observacionales llevados a cabo hoy día por la comunidad cosmológica internacional se derivan de las ideas introducidas por Sunyaev y su mentor Zeldovich hace más de treinta años. Ambos predijeron la existencia de las llamadas "oscilaciones acústicas de bariones" en el universo primitivo, que describen la modulación espacial en la distribución de la materia debido a su interacción con la Radiación de Fondo Cósmico. Estas oscilaciones han sido detectadas tanto por experimentos de medida de la Radiación de Fondo Cósmico (e.g., WMAP, Planck) como por cartografiados de la distribución de galaxias en el universo tardío.
 
Por otra parte, los profesores Licia Verde (Universitat de Barcelona) y Enrique Martínez González (Instituto de Física de Cantabria) se han destacado por su participación en experimentos  de medida de la Radiación de Fondo y en cartografiados de galaxias: Verde participó decisivamente en la sonda de Radiación de Fondo WMAP, y actualmente contribuye al cartografiado de galaxias BOSS. Por otro lado, Martínez ejerce un puesto de responsabilidad dentro de la misión Planck, un experimento de medida de la Radiación de Fondo Cósmico de la Agencia Espacial Europea que produce los datos de más alta calidad actualmente, y en el que el CEFCA participa activamente, liderando el estudio del impacto que sobre la Radiación de Fondo tiene el movimiento de las grandes estructuras del Universo. De hecho, la cosmología es uno de los temas de investigación principales del Centro de Estudios de Física del Cosmos de Aragón (CEFCA).
 
La carrera por la medición de la Radiación de Fondo Cósmico de Microondas
 
Otro de los temas tratados durante estas jornadas es la competición entre experimentos de todo el mundo por medir la polarización del Fondo Cósmico de Microondas.
 
La Radiación de Fondo Cósmico de Microondas constituye un instrumento esencial en la compresión de la composición y origen de nuestro universo. Cuando el universo era mucho más joven, caliente y denso, esta radiación no podía viajar como lo hace la luz en el universo actual, que es bastante hueco, porque entonces el medio era mucho más denso y la luz "chocaba" con la materia. Solamente cuando el universo se expandió y enfrió más, esa radiación pudo empezar a propagarse libremente por el espacio. Esto ocurrió aproximadamente 400,000 años después del Big Bang y desde entonces esta radiación ha estado cruzando el universo hasta llegar hasta nosotros.
 
Desde su descubrimiento en 1965, multitud de experimentos han medido la Radiación de Fondo Cósmico. Además de la cantidad de radiación desde cada dirección del cielo, recientemente se está midiendo, con precisión sin precedentes, el grado de polarización, que indica el modo de vibración de las ondas a medida que se propagan por el espacio.
 
La medida precisa de esta polarización ha generado en los últimos años una competición sin precedentes entre diferentes experimentos científicos de todo el mundo. Existe un tipo de polarización de la Radiación de Fondo que, de ser detectada, probaría la existencia de ondas gravitacionales en el universo primitivo, algo que en sí mismo en una predicción fundamental de la teoría de Inflación. Esta teoría predice la evolución de nuestro universo instantes después del Big Bang, por lo que la detección de ese tipo particular de polarización (conocido como "modos B de polarización") contribuiría muy significativamente en el estudio de dos problemas cruciales de la Física: la detección y estudio de ondas gravitacionales, y la confirmación de las predicciones de la teoría de Inflación.
 
La publicación de los resultados del experimento BICEP2 en marzo de este año ha estremecido a la comunidad cosmológica mundial: los responsables de este experimento, situado en el Polo Sur pero financiado sobre todo por instituciones de EE.UU., anunciaron la detección de modos B de polarización con una amplitud sorprendentemente grande. Una inicial reacción entusiasta de la comunidad científica, traducida en la publicación de cientos de artículos científicos interpretando esos resultados, ha dado paso a la cautela ante la posibilidad de que las medidas de BICEP2 estén afectadas por contaminación de nubes de polvo de nuestra propia galaxia, la Vía Láctea.
 
En este contexto, toda la atención se pone ahora en la publicación de los resultados del satélite Planck, lanzado por la Agencia Espacial Europea en 2009 para el estudio de la Radiación de Fondo. Planck ha observado la Radiación de Fondo en nueve frecuencias o canales diferentes, produciendo los mapas de Radiación de Fondo de mayor calidad existentes hasta la fecha, y contribuyendo decisivamente al estudio de diversos problemas cosmológicos y astrofísicos de diversa índole. Debido a su mayor cobertura en frecuencia, Planck debiera discernir más precisamente cuán grande es la contaminación del polvo en la polarización de la Radiación de Fondo, y así confirmar o refutar los resultados de BICEPS2. Toda la presión recae pues sobre el equipo de Planck, que espera publicar sus resultados antes de final de año. Hasta entonces, la confirmación de la detección de ondas gravitacionales en el universo primitivo quedará en suspenso.

miércoles, 17 de septiembre de 2014

El lugar para el aterrizaje de la sonda Rosetta es el "J"

Zona seleccionada en primer lugar para el aterrizaje de Philae


La sonda de aterrizaje de Rosetta, Philae, se dirigirá al lugar J, una misteriosa región del cometa 67P/Churyumov–Gerasimenko que ofrece un potencial científico único, con indicios de que hay zonas activas muy próximas y un riesgo mínimo para Philae en comparación con los otros lugares candidatos.

El lugar llamado J está en la cabeza del cometa, que es un mundo de forma irregular de solo cuatro kilómetros de diámetro en su sección más ancha. La decisión de escoger J como punto de aterrizaje principal fue unánime. La segunda opción elegida, la zona C, está situada en el cuerpo del cometa. 

El módulo de aterrizaje, de 100 Kg, llegará a la superficie de Rosetta el 11 de noviembre. Su misión consiste en tomar medidas in situ para caracterizar a fondo el núcleo del cometa, en un estudio sin precedentes. 

Pero escoger el mejor lugar de aterrizaje no ha sido tarea fácil.  

 "Las imágenes más recientes, tomadas desde cerca, nos muestran un mundo hermoso pero muy accidentado. Eso es científicamente muy emocionante, pero también un desafío desde el punto de vista de las operaciones necesarias", dice Stephan Ulamec, jefe de proyecto de Philae del Centro Aeroespacial Alemán, DLR.

martes, 16 de septiembre de 2014

Nuevo máximo sin precedentes de los gases de efecto invernadero en 2013

Los niveles de dióxido de carbono, causantes del efecto invernadero, han aumentado más entre 2012 y 2013 que durante cualquier otro año desde 1984, según se indica en el Boletín anual de la Organización Meteorológica Mundial.


En 2013 la concentración de CO2 en la atmósfera alcanzó el 142% del nivel de la era preindustrial, el de metano el 253% y el de óxido nitroso el 121%. / Fotolia. 


Según revela el Boletín anual de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), entre 1990 y 2013 el forzamiento radiativo –que provoca un efecto de calentamiento del clima– experimentó un incremento del 34% a causa de los gases de efecto invernadero de larga duración, tales como el dióxido de carbono (CO2), el metano (CH4) y el óxido nitroso (N2O).
En 2013 la concentración de CO2 en la atmósfera alcanzó el 142% del nivel de la era preindustrial (antes de 1750), el de metano el 253% y el de óxido nitroso el 121%.
Asimismo, las observaciones de la red de la Vigilancia de la Atmósfera Global (VAG) de la OMM revelaron que los niveles de CO2 habían aumentado más entre 2012 y 2013 que durante cualquier otro año desde 1984. 
Ese aumento posiblemente obedezca a la reducción de la cantidad de COabsorbida por la biosfera de la Tierra
Datos preliminares apuntan a que ese aumento posiblemente obedezca a la reducción de la cantidad de COabsorbida por la biosfera de la Tierra, sumado al incremento constante de las emisiones de ese gas.
“Tenemos la absoluta certeza de que el clima está cambiando y de que las condiciones meteorológicas son cada vez más extremas debido a actividades humanas como la quema de combustibles fósiles”, afirmó el secretario general de la OMM, Michel Jarraud. “El dióxido de carbono  –añade– permanece en la atmósfera durante cientos de años y en el océano aún mucho más. Las emisiones de CO2 del pasado, presente y futuro tendrán un efecto acumulativo tanto en el calentamiento de la Tierra como en la acidificación de los océanos. Las leyes de la física no son negociables”.
El Boletín de la OMM informa sobre los gases de efecto invernadero de las concentraciones atmosféricas, y no de las emisiones de esos gases.

domingo, 14 de septiembre de 2014

Los cometas: guía completa. Estructura y composición de los cometas.



En un cometa podemos discernir su cola de polvo, que está constituida por pequeños granitos de silicatos y material orgánico que se mueven por la acción conjunta de la gravedad solar y la presión de la radiación. Es visible porque parte de esos granitos reflejan la luz solar que reciben. Por ello, las colas tienen un  color blanquecino o amarillento. Dependiendo de la cantidad de material expulsado y del tamaño del núcleo, las colas de los cometas se extienden en el espacio hasta unos 100 millones de kilómetros, aunque en casos excepcionales (los cometas de los años 1680 y 1843), la cola ha alcanzado hasta unos 300 millones de kilómetros.  

Las colas de los cometas pueden presentar filamentos y girones debido a la actuación de los diferentes campos magnéticos interplanetarios e incluso pueden sufrir un corte y continuar después. A veces, las imperfecciones que se observan en la estructura de las colas o incluso la presencia de chorros que salen directamente del núcleo son debidas a la propia naturaleza del núcleo y la distribución de los materiales que lo forman.

Junto a la cola de polvo, los cometas pueden mostrar una cola recta, con un color ligeramente azulado que se debe a su composición iónica. Es la cola de plasma o iones que se forma, esencialmente, por la interacción del material iónico cometario con el del viento solar y el campo magnético que arrastra. Las colas nacen de la coma, una nebulosa de polvo y gas que, en ocasiones presenta ciertas estructuras brillantes como chorros, capas o abanicos. Finalmente, oculto tras la coma, está lo que sería la esencia cometaria, el núcleo.

La anticolaocurre cuando el núcleo cometario eyecta gran cantidad de partículas de gran tamaño, que por efecto de la atracción gravitatoria, se precipitan al Sol. Para poder observar una anticola en un cometa se deben dar ciertas condiciones: la Tierra debe estar cerca del plano orbital del cometa y el ángulo entre el Sol-cometa-Tierra debe ser mayor de 90°.

El núcleo es un conglomerado de hielos, mayoritariamente agua, pero también monóxido de carbono y granos de polvo. Cuando el núcleo es calentado por el Sol, los hielos subliman, liberando el gas que arrastran consigo los granos de polvo. El núcleo es un cuerpo sólido de forma irregular y baja densidad, con un tamaño del orden de los kilómetros. Se mueve por el cielo por la acción gravitatoria del Sol y demás cuerpos del Sistema Solar, así como por la reacción que produce cuando el gas es liberado. Las partículas despedidas del núcleo miden entre una milésima de milímetro hasta un centímetro de tamaño.



miércoles, 10 de septiembre de 2014

Evidencias de la existencia de tectónica de placas en la luna Europa



Los científicos han encontrado evidencias de la existencia de tectónica de placas en la luna Europa de Júpiter. Este es el primer signo de este tipo de actividad geológica que varía la superficie de un cuerpo que se ha detectado fuera de la Tierra.

Los investigadores ya tenían evidencias visuales de zonas donde se producía la expansión de la corteza de Europa. Sin embargo, todavía no habían encontrado áreas donde se produjese el fenómeno de la subduccion, es decir zonas donde la vieja corteza se destruye para dejar sitio al nuevo material. Al examinar las imágenes de Europa tomadas por la sonda Galileo en la década del 2000, los geólogos planetarios Simon Kattenhorn, de la Universidad de Idaho, y Louise Prockter, del Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkin, descubrieron algunos límites geológicos inusuales.

"Durante años nos ha desconcertado cómo se acomoda y se forma todo el terreno nuevo", dijo Prockter. "Por fin creo que hemos encontrado la respuesta".

La tectónica de placas es una teoría geológica que explica la forma en que está estructurada la litosfera (la porción externa más fría y rígida de la Tierra). La teoría da una explicación a las placas tectónicas que forman la superficie de la Tierra y a los desplazamientos que se observan entre ellas en su movimiento sobre el manto terrestre fluido, sus direcciones e interacciones. También explica la formación de las cadenas montañosas (orogénesis). Asimismo, da una explicación satisfactoria de por qué los terremotos y los volcanes se concentran en regiones concretas del planeta (como el cinturón de fuego del Pacífico) o de por qué las grandes fosas submarinas están junto a islas y continentes y no en el centro del océano.

domingo, 7 de septiembre de 2014

El origen de la Tierra

Las erupciones volcánicas y los terremotos son las manifestaciones actuales de los fenómenos que a lo largo del tiempo han dado a nuestro planeta su forma y estructura actual.

1) Introducción.

Podríamos comenzar nuestra historia en el principio del Universo conocido. El Big Bang se produjo aproximadamente hace 13,8 mil millones de años. El Big Bang constituye el momento en que de la "nada" emerge toda la materia, es decir, el origen del Universo. La materia, hasta ese momento, es un punto de densidad infinita, que en un instante dado "explota" generando la expansión de la materia en todas las direcciones y creando lo que conocemos como nuestro Universo. A medida que transcurría el tiempo, la materia se enfriaba y comenzaron a formarse tipos de átomos más diversos que finalmente se condensaron en las estrellas y galaxias de nuestro Universo actual.

Menos de un millón de años después del Big Bang, nacieron las primeras pequeñas galaxias, compuestas por nubes de hidrógeno, estrellas y materia oscura. La gravedad las juntó haciéndolas crecer durante 13 mil millones de años. Hace unos 10 mil millones de años el disco en espiral de nuestra galaxia comenzó a formarse y a parecerse a lo que hoy conocemos; Su crecimiento se hizo más lento debido a la adición de gas y galaxias enanas.

El Sol se formó hace 4.650 millones de años y tiene combustible para otros 5.500 millones más. Nació a partir de nubes de gas y polvo que contenían residuos de generaciones anteriores de estrellas. Gracias a la metalicidad de dicho gas, de su disco circumestelar surgieron más tarde los planetas, asteroides y cometas del Sistema Solar. 

La historia de la Tierra comprende 4.570 millones de años (Ma), desde su formación a partir de la nebulosa protosolar. Ese tiempo es aproximadamente un tercio del total transcurrido desde el Big Bang.

 Hipótesis de la nebulosa primitiva o hipótesis nebular.


La nebulosa protosolar fue la nube de gas o disco de acrecimiento en la que se formó el Sistema Solar. La hipótesis nebular fue propuesta en 1755 por el geógrafo y filósofo alemán Immanuel Kant quien hipotetizó que la nebulosa solar rotaba lentamente en su origen. Esta nebulosa solar se fue condensando al enfriarse y aplanando gradualmente por el efecto combinado de las fuerzas de gravedad y centrípeta formando, con el tiempo, la estrella central y los planetas. La hipótesis nebular se basa en la observación de que todos los planetas orbitan alrededor del Sol en el mismo sentido y sobre un mismo plano denominado eclíptica, con ligeras inclinaciones con respecto a ésta. Además, el plano de la eclíptica coincide de manera aproximada con el ecuador solar.

Durante el colapso de la nube de gas primordial, la energía gravitatoria se convirtió en energía térmica, lo que provocó un aumento extraordinario de la temperatura en el interior de la nebulosa. A estas temperaturas, los granos de polvo se descompusieron en moléculas y partículas atómicas. El periodo de contracción de la nube terminó con el nacimiento del Sol. En ese momento la temperatura de la región en la que ahora se encuentran los planetas telúricos (Mercurio, Venus, la Tierra y Marte) descendió al terminar el calentamiento gravitaciones. Esto provocó que las sustancias con puntos de fusión elevados se condensaran en pequeñas partículas que comenzaron a unirse, formando masas metálicas y rocosas compuesta de elementos como el hierro, el níquel o el silicio que empezaron a colisionar entre sí formando cuerpos de cada vez mayor tamaño y mayor fuerza de gravedad, lo que atraía a las masas más pequeñas. De esta forma se formaron los planetesimales. Cuando alcanzaron una medida aproximada de un kilómetro de diámetro, se atrajeron unos a otros debido a su propia gravedad, ayudando a un crecimiento mayor hasta la creación de protoplanetas, cuerpos de un tamaño aproximado al de la Luna., y considerados como los embriones planetarios.



Los planetesimales que han sobrevivido hasta nuestros días son muy valiosos para la ciencia, ya que contienen información acerca del nacimiento de nuestro Sistema Solar. Aunque su exterior haya estado sujeto a una intensa radiación solar (lo que habría alterado su composición), su interior contiene un material prístino, esencialmente idéntico desde la propia formación del planetesimal. Esto convierte a cada planetesimal en una "cápsula del tiempo", ya que su composición podría contarnos mucho acerca de las condiciones de la nebulosa protosolar.

jueves, 4 de septiembre de 2014

Fotografiados jets en el cometa de Rosetta


 La ESA ha publicado hoy nuevas imágenes de Churyumov-Gerasimenko en las que se aprecian jets cerca del cuello del cometa. Los científicos ya los habían detectado anteriormente en una imagen de OSIRIS, pero no se apreciaban tan cláramente como ahora.

A medida que Churyumov-Gerasimenko se aproxime al Sol, la actividad irá en aumento.

martes, 2 de septiembre de 2014

Dos estrellas de neutrones contrapuestas

Magnetar descubierto cerca del remanente de la supernova Kesteven 79



Las estrellas masivas ponen fin a sus días explotando como supernovas y liberando una gran cantidad de materia y energía. Todo lo que queda de ellas es un pequeño remanente extremadamente denso: una estrella de neutrones o un agujero negro.

Las estrellas de neutrones se presentan de diversas formas, en función de su edad, la intensidad del campo magnético confinado bajo su superficie o la presencia de otras estrellas en sus alrededores. Los telescopios de rayos X, como XMM-Newton, pueden estudiar los procesos energéticos que tienen lugar en el entorno de las estrellas de neutrones. 

Esta imagen muestra dos estrellas de neutrones muy diferentes, observadas en la misma región del firmamento por XMM-Newton. La burbuja verde y rosa que domina la imagen es Kesteven 79, los restos de una explosión de supernova ubicados a unos 23.000 años luz de nuestro planeta.