miércoles, 9 de octubre de 2013

El agujero negro de nuestra galaxia expulsa mucha materia de sus cercanías

Ubicación del agujero negro supermasivo Sagitario A* en el corazón de nuestra galaxia. (Foto: NASA)
Puede parecer una paradoja, ya que un agujero negro es capaz de engullir mediante su poderoso campo gravitatorio cualquier cosa, incluso la luz, pero a veces una combinación de fuerzas y fenómenos físicos alimentada en buena parte por el propio agujero negro, puede provocar el escape de materia de su vecindario. Ahora se ha visto un llamativo caso de esta clase, en el corazón de nuestra galaxia, la Vía Láctea.

Valiéndose de observaciones realizadas por el Telescopio Espacial Chandra de Rayos X de la NASA, unos astrónomos han dado un paso importante hacia la explicación definitiva de por qué el material alrededor del agujero negro supermasivo en el centro de la Vía Láctea es extraordinariamente tenue en rayos X. El descubrimiento hecho por el equipo de Q. Daniel Wang, de la Universidad de Massachusetts en Amherst (Estados Unidos), Sera Markoff, de la Universidad de Ámsterdam en los Países Bajos, y Feng Yuan del Observatorio Astronómico de Shanghái en China, aporta datos de gran importancia para avanzar en el conocimiento de los agujeros negros.

Las nuevas imágenes que el Chandra ha tomado de Sagitario A* (su nombre incluye un asterisco), que se encuentra a unos 26.000 años-luz de la Tierra y cuya masa es aproximadamente 4 millones de veces mayor que la de nuestro Sol, indican que menos del 1 por ciento del gas inicialmente dentro del alcance gravitacional de Sagitario A* acaba alcanzando el punto de no retorno, la frontera que se conoce como horizonte de eventos. Esta frontera representa la distancia más cercana a la que la materia puede acercarse antes de quedar irremediablemente atrapada en el agujero negro. La mayor parte del gas que inicialmente está dentro del alcance gravitacional de Sagitario A* es expulsada antes de que llegue cerca del horizonte de sucesos y tenga la oportunidad de experimentar los fenómenos que aumentarían su temperatura de manera espectacular y le harían brillar mucho más. Como resultado, las emisiones de rayos X son débiles en vez de potentes.

El caso de Sagitario A* es un buen ejemplo de que los agujeros negros en la práctica no devoran todo lo que pasa cerca de ellos. A juzgar por las últimas observaciones, Sagitario A* tiene bastantes dificultades para atrapar la materia que pulula a su alrededor. El gas en el vecindario de Sagitario A* es muy difuso y muy caliente, por lo que le resulta difícil al agujero negro capturarlo y absorberlo.

El horizonte de eventos de Sagitario A* presenta una fascinante sombra que se recorta contra la materia incandescente que rodea al agujero negro. Esta investigación podría aportar datos útiles para las investigaciones encaminadas a analizar la sombra y deducir a partir de ella características del agujero negro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario