El radiotelescopio Parkes de Australia ha registrado cuatro potentes pulsos de
radio originados a miles de millones de años luz de la Tierra. Se caracterizan
por su brevedad. Tan solo duran unos pocos milisegundos, a diferencia de otras
radiaciones galácticas que se prolongan durante días o meses.
Sus
descubridores, científicos de la Universidad de Manchester (Reino Unido) y otros
centros internacionales, han bautizado a estos ‘estadillos’ de radio como fast
radio burst (FRB). Los detalles se publican esta semana en la revista
Science.
“Ha sido increíble encontrar una señal propagada a través del
universo durante miles de millones años”, destaca a SINC Dan Thornton, uno de
los autores, quien tiene la certeza de que procede de “un importante evento
astrofísico”.
El brillo y la distancia de las emisiones descartan su
origen terrestre y parecen indicar una procedencia más allá de los límites de la
Vía Láctea. De hecho los datos sugieren que se produjeron cuando el universo
tenía la mitad de su edad actual.
En lo que no se ponen de acuerdo los científicos es en la fuente que origina
estas ráfagas de ondas de radio. Estrellas de neutrones y agujeros negros
parecen ser los candidatos más firmes.
“Nuestra explicación favorita es
la ‘explosión’ gigante de un magnetar, un tipo de estrella de neutrones
altamente magnetizada”, dice Thornton, “ya que pueden liberar en milisegundos
más energía que el Sol en 300.000 años”.
Los investigadores confían en
que las futuras observaciones, tomadas también en otras longitudes de onda,
ayuden a entender mejor el origen de estas misteriosas emisiones.
Además,
como los FRB se ven afectados por el medio intergaláctico ionizado, también
pueden servir para estudiar las características de esa región del espacio y
diseñar una nueva generación de radiotelescopios específicos para esta tarea.
(Fuente: SINC)
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