El Telescopio Espacial Hubble de la NASA ha dado a los astrónomos su visión más
clara del cometa ISON, que dentro de unos meses podría quizá llegar a brillar en
nuestro firmamento más que la luna llena. También puede que se desintegre si se
acerca demasiado al Sol.
Un equipo de investigación dirigido desde la
Universidad de Maryland en College Park, Estados Unidos, sigue de cerca al ISON,
aprovechando la inusual oportunidad de presenciar los cambios en un cometa que
no es un visitante habitual de la región interna del sistema solar. Se cree que
los cometas como el ISON llegan a nuestro sistema planetario procedentes de la
gélida Nube de Oort, un manto de cuerpos menores que, al parecer, envuelve a
nuestro sistema solar desde una notable lejanía. Se calcula que esta nube, que
alberga material sobrante de la formación del sistema solar, está ubicada a una
distancia de entre 12 y 18 meses-luz de la Tierra aproximadamente.
Al
igual que todos los cometas, el ISON es una "bola de nieve sucia", un aglomerado
de gases congelados mezclados con polvo, formado en un lugar distante del
sistema solar, viajando en una órbita muy influenciada por la atracción
gravitacional del Sol y sus planetas. La órbita del ISON llegará a su perihelio
de 1.227.000 kilómetros (700.000 millas), su máxima aproximación al Sol, el 28
de noviembre.
La nueva y detallada imagen del cometa, que fue descubierto en septiembre del
2012 por los astrónomos rusos Artyom Novichonok y Vitali Nevski, ha sido captada
estando el astro a unos 621 millones de kilómetros (386 millones de millas) del
Sol, un poco más cerca de éste que el planeta Júpiter. Los cometas se vuelven
más activos a medida que se acercan a la región interior del sistema solar,
donde el calor del Sol evapora sus hielos creando chorros de gas y polvo. Pero
incluso a la gran distancia a la que todavía se halla el ISON, ya está activo,
con potentes chorros que eyectan partículas de polvo fuera de su núcleo. Debido
a que estas partículas de polvo brillan reflejando la luz solar, una parte de la
cola del cometa resulta visible en la imagen del Hubble.
Al equipo de
Michael A'Hearn y Michael S. Kelley, de la Universidad de Maryland, le interesa
averiguar en qué proporción están presentes los tres hielos predominantes, el de
agua, el de monóxido de carbono y el de dióxido de carbono o hielo seco. Eso
puede permitir averiguar la temperatura a la que se formó el cometa, y con el
dato de la temperatura se puede deducir en qué parte del sistema solar se
formó.
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